sábado, 28 de abril de 2018

Aceptando la homosexualidad en el judaísmo

Aceptando la homosexualidad en el judaísmo

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Cuadro de Julius Schnorr von Carolsfeld- Wikipedia
Gustavo Barck
La homosexualidad ha sido objeto de debate durante miles de años, en muchas culturas, como la griega fue aceptada sin ningún tipo de pudor, aunque claro está que la cultura griega no es el mejor ejemplo a seguir, siendo los mismos idólatras y los mismos invasores que más tarde se transformaron en los filisteos, también conocidos como “el pueblo del mar”.
Pero ya es hora de hablar de lo que nos concierne, nuestro pueblo y el tabú homofóbico que tanto se ha expandido por miles de años por la culpa de una muy pésima interpretación de la Torá, que incluso llegó a influir más tarde en el cristianismo y en el islam (religiones que tampoco son ejemplos a seguir).
Muchos seguramente pensarán ¿Pero cómo es que está permitido si claramente en uno de los 613 preceptos de la Torá figura uno que dicta “no cometerás sodomía”? Bueno, quizás sea interesante y aun mucho más importante aclarar qué es realmente la “sodomía”. Para empezar en ninguna parte de la Torá se menciona que el pecado principal que se cometió en Sodoma y Gomorra fue la homosexualidad, de hecho, jamás es mencionada. Los únicos pecados que se mencionan que cometían los Sodomitas era el pésimo trato que ellos tenían para con los extranjeros e incluso con sus propios ciudadanos, siendo una sociedad extremadamente violenta e injusta.
Para dictarles un ejemplo podría citarles una ley con la que se regían en dichas ciudades, si un hombre golpeaba a otro hasta el punto de hacerlo sangrar, la ley dictaba que el hombre golpeado tenía que darle una recompensa monetaria ya que según las creencias de dichos pueblos era que la pérdida de sangre ayudaba a la salud. (Un concepto médico muy estúpido pero que incluso se creyó hasta en la época victoriana donde muchas enfermedades eran intentadas ser curadas a través de la extracción de sangre por medio de sanguijuelas). Otra ley muy penosa que regía en Sodoma era la de cobrarle una suma exorbitante a todo aquel que deseara hospedarse allí por un corto tiempo. También los jueces de dichas ciudades decretaban pena de muerte a todo aquel que tratara con amabilidad a un viajero pobre.
Podría seguir con las abominables leyes que ocurrían en Sodoma y Gomorra pero me tomaría mucho tiempo y quiero ser claro con lo que trato de expresar. La homosexualidad jamás fue un pecado en estas ciudades ni en ninguna otra.
Siguiendo con los ejemplos de la falta de hospitalidad que fue el verdadero pecado de Sodoma y Gomorra no es de asombrarnos que en contraposición con estos graves comportamientos se mencione en Génesis, capítulo 18 y 19, parashá vaierá, el excelente comportamiento de Abraham. Cuando él se encontraba sentado fuera de su tienda en el calor de la tarde hablando con Hashem vio que se acercaban hacia el tres personas (ángeles) y no dudó ni por un momento en cortar su conversación con Di-s para asistirlos, pidiéndole a Sara que vaya a comprar carne y manteca para prepararles de comer (Vale aclarar que en la comida mezcló carne con lácteos ya que las mitzvot de la Torá en conjunto con las leyes del kashrut aún no estaban establecidas) dejando bien en claro que la hospitalidad es una de las virtudes más amadas por Hashem, enseñándonos incluso que aunque estemos teniendo una charla con él, rezando o estudiando Torá ir a asistir al necesitado es mucho más importante ya que de este modo lo estamos emulando.
El ejemplo más conmovedor y evidente de la homosexualidad en el judaísmo es claramente la relación que ni más ni menos el Rey David mantuvo con el hijo de Saúl, Jonathan. Si bien vale aclarar que no fue una relación homosexual se sabe más que bien (a pesar de que muchos se empecinen a negarlo) una relación bisexual.
David y Jonathan llevaban una relación extremadamente intensa como para negar los sentimientos que había entre ellos y si bien David terminó por casarse con la hermana de Jonathan (Ya que el casamiento entre los hombres no era algo bien visto y como el rey David necesitaba descendencia, cosa que con otro hombre no se podía en aquella época como sí se puede en la actualidad) la relación afectiva entre ellos dos nunca desapareció.
La realidad no puede negarse, está escrito en el libro de Samuel.
«Angustia tengo por ti, hermano mío Jonathan, que me fuiste muy dulce, más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres» (2 Samuel 1:26)
Incluso hay varias referencias en que los dos compartían sus ropajes.
<<Y Jonathan se desnudó la ropa que tenía sobre sí, y se la dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, y su arco, y su talabarte. >>
Muchos homofóbicos retrógrados suelen acudir al <<No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación>>. Levítico 18:22-24
Pero yo les aclaro ¿Ustedes creen que Hashem el creador del universo, Di-s de nuestros antepasados no sabe acaso que los tiempos cambian y que el judaísmo vive en constante reforma? ¿Por qué creen que al terminar de leer todas las parashiot al año al siguiente lo volvemos a repetir, así una y otra vez? Porque no todo lo que se dijo se aprendió, porque no todo lo que podía ser aprendido fue respondido, siempre hay algo nuevo que aprender, algo nuevo que analizar, que debatir, aunque muchos en especial en los sectores más ortodoxos se empecinen en cerrar sus mentes y negarse a debatir cómo se hacía en los tiempos de antaño. Creen ya ser dueños de la verdad absoluta, pero la verdad absoluta no existe, todo es relativo.
¿Ustedes creen que Hashem nos volvería a pedir, como en su momento le pidió a Saúl a través de Samuel  <<Cuando los israelitas salieron de Egipto, los amalekitas los trataron muy mal. Por eso ahora voy a castigarlos. Anda, ataca a los amalekitas y destruye todo lo que tienen. Mata a hombres, mujeres y niños, y a sus toros, ovejas, camellos y burros. No le perdones la vida a nadie>>?
Pero en fin, volviendo al tema ¿Creen ustedes que Hashem sabiendo que las épocas de la humanidad cambian, que los contextos ya no son lo mismos, que la humanidad se rige por los derechos humanos (aunque muchas veces estos derechos sean tergiversados) nos va a pedir nuevamente que aniquilemos inocentes niños y aún más inocentes animales? Es obvio que no, que incluso Di-s se adapta a los tiempos modernos, lo que claramente demuestra que el judaísmo necesita urgentemente una reforma más inclusiva y abierta. ¿Entonces si Hashem nos pidió que lo emulemos porque desde la ortodoxia se esfuerzan tanto en ofuscar el amor que puede haber entre dos hombres, dos mujeres o entre un judío y una goy?
Muchos ortodoxos intentan aparentar tener la mente abierta a alegar que la homosexualidad no es un pecado sino el acto homosexual y que las relaciones carnales solo son pecadas si el acto sexual es anal pero que no es pecado que dos hombres practiquen sexo oral. También he visto videos en YouTube en donde rabinos aconsejan que para curar la homosexualidad (¡Como si fuera una enfermedad!) se deben comer higos todos los días, esto es aberrante realmente.
Y vuelvo a arremeter con algunos sectores del judaísmo donde se creen con la potestad de manejarles la vida a otras personas a su antojo. No señores, ustedes no son quienes para juzgar ni mucho menos para querer involucrarse en la vida de otras personas.
Hace tiempo que escribo varios artículos que invito a que lean en los que hablo de lo que como judíos estamos haciendo bien, mal y lo que deberíamos hacer. Amar a nuestro prójimo como a ti mismo es una de ellas, ser uno como Di-s es uno es sin lugar a dudas uno de ellos.
Es hora de cambiar y de avanzar.
PD: No suelo leer los comentarios que realizan a mis artículos, pero el otro día leí un par y quiero en primer lugar agradecer a los que me felicitan y fomentan a seguir escribiendo, a lo que yo les respondo, exprésense también, no se queden callados y luchen por el progreso de nuestro pueblo, no dejen que un grupo radical traten de callarlos. Segundo, me dirijo a los que me critican e insultan sin argumentos válidos y quiero que sepan que por más intentos de amedrentarme y callarme voy a seguir expresándome con total libertad, en nombre de mi judeidad, la Torá y Hashem, voy a seguir velando y luchando hasta el día de mi muerte por todos aquellos judíos marginados que gente como ustedes no les da lugar para hablar.
Tercero, quiero felicitar y agradecer a los administradores del diario Aurora por darme este espacio para expresarme con total libertad. Shalom ubrajá.

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